¡Feliz Navidad! Espero que hayan pasado un excelente dÃa de Navidad con la familia y seres queridos. En cuanto a nosotros, pasamos Nochebuena en una agradable cena en casa de unos primos — los Montero, Graciela y Carlos, y sus hijas Belén y Verónica — junto con mamá y mi hermana Cristina. En resumen, fue una noche sumamente agradable, con anécdotas y alegrÃa… y deliciosa comida. Inclusive este servidor probó un sorbo de un excelente Ruttini tinto, Cabernet Sauvignon / Malbec a la medianoche.
Los Montero son gente muy creativa, y su pesebre navideño es realmente digno de asombro, con un nivel de detalle e inventiva dignos de ser divulgados. Era un pesebre grande y variado. La escena de la natividad en sà mostraba al pesebre con MarÃa y José, y el niño Jesús acunado en una cuna improvisada en una hamaca, al estilo de las familias rurales del Paraguay.
Este año que termina ciertamente ha sido desafiante (nada raro; no hay nada nuevo bajo el sol). Tuve muchas luchas en mi rol de docente. La pandemia y el uso de plataformas digitales ciertamente han posibilitado el aprendizaje a distancia, pero las exigencias puestas sobre los hombros de los docentes son mucho mayores, para resultados cada vez menores.
A ello agreguemos una vida profesional realmente frenética (principalmente en el área de las traducciones, pero también en el trabajo jurÃdico) en medio de un bajón económico, y tenemos una receta para el estrés y la ansiedad. Pero el Señor ha sido fiel. Él ha sido nuestro refugio de generación en generación (Salmos 90:1).
Que el Señor Dios muestre su favor hacia todos nosotros, y que Él, en su misericordia, pueda confirmar la obra de nuestras manos en este año entrante, por Jesucristo nuestro Señor. Amén. ¡Que tengan un excelente 2022!